domingo, 25 de marzo de 2012

TIPOLOGIAS TEXTUALES POR LADY DIANA SOLER F.

TEXTO  NARRATIVO:
CUENTO:  HANSEL  Y  GRETEL
Junto a un bosque muy grande vivía un pobre leñador con su mujer y dos hijos; el niño se llamaba Hänsel, y la niña, Gretel. Apenas tenían qué comer, y en una época de carestía que sufrió el país, llegó un momento en que el hombre ni siquiera podía ganarse el pan de cada día. Estaba el leñador una noche en la cama, cavilando y revolviéndose, sin que las preocupaciones le dejaran pegar el ojo; finalmente, dijo, suspirando, a su mujer:
- ¿Qué va a ser de nosotros? ¿Cómo alimentar a los pobres pequeños, puesto que nada nos queda?
- Se me ocurre una cosa -respondió ella-. Mañana, de madrugada, nos llevaremos a los niños a lo más espeso del bosque. Les encenderemos un fuego, les daremos un pedacito de pan y luego los dejaremos solos para ir a nuestro trabajo. Como no sabrán encontrar el camino de vuelta, nos libraremos de ellos.
- ¡Por Dios, mujer! -replicó el hombre-. Eso no lo hago yo. ¡Cómo voy a cargar sobre mí el abandonar a mis hijos en el bosque! No tardarían en ser destrozados por las fieras.
- ¡No seas necio! -exclamó ella-. ¿Quieres, pues, que nos muramos de hambre los cuatro? ¡Ya puedes ponerte a aserrar las tablas de los ataúdes! -. Y no cesó de importunarle hasta que el hombre accedió
-. Pero me dan mucha lástima -decía.
Los dos hermanitos, a quienes el hambre mantenía siempre desvelados, oyeron lo que su madrastra aconsejaba a su padre. Gretel, entre amargas lágrimas, dijo a Hänsel:
- ¡Ahora sí que estamos perdidos!
- No llores, Gretel -la consoló el niño-, y no te aflijas, que yo me las arreglaré para salir del paso.
Y cuando los viejos estuvieron dormidos, levantóse, púsose la chaquetita y salió a la calle por la puerta trasera. Brillaba una luna esplendoroso y los blancos guijarros que estaban en el suelo delante de la casa, relucían como plata pura. Hänsel los fue recogiendo hasta que no le cupieron más en los bolsillos. De vuelta a su cuarto, dijo a Gretel:
- Nada temas, hermanita, y duerme tranquila: Dios no nos abandonará -y se acostó de nuevo.
A las primeras luces del día, antes aún de que saliera el sol, la mujer fue a llamar a los niños:
- ¡Vamos, holgazanes, levantaos! Hemos de ir al bosque por leña-.
Y dando a cada uno un pedacito de pan, les advirtió-: Ahí tenéis esto para mediodía, pero no os lo comáis antes, pues no os daré más. Gretel se puso el pan debajo del delantal, porque Hänsel llevaba los bolsillos llenos de piedras, y emprendieron los cuatro el camino del bosque. Al cabo de un ratito de andar, Hänsel se detenía de cuando en cuando, para volverse a mirar hacia la casa. Dijo el padre:
- Hänsel, no te quedes rezagado mirando atrás, ¡atención y piernas vivas!
- Es que miro el gatito blanco, que desde el tejado me está diciendo adiós -respondió el niño.
Y replicó la mujer:
- Tonto, no es el gato, sino el sol de la mañana, que se refleja en la chimenea.
Pero lo que estaba haciendo Hänsel no era mirar el gato, sino ir echando blancas piedrecitas, que sacaba del bolsillo, a lo largo del camino. Cuando estuvieron en medio del bosque, dijo el padre:
- Recoged ahora leña, pequeños, os encenderé un fuego para que no tengáis frío.
Hänsel y Gretel reunieron un buen montón de leña menuda. Prepararon una hoguera, y cuando ya ardió con viva llama, dijo la mujer:
- Poneos ahora al lado del fuego, chiquillos, y descansad, mientras nosotros nos vamos por el bosque a cortar leña. Cuando hayamos terminado, vendremos a recogeros.
Los dos hermanitos se sentaron junto al fuego, y al mediodía, cada uno se comió su pedacito de pan. Y como oían el ruido de los hachazos, creían que su padre estaba cerca. Pero, en realidad, no era el hacha, sino una rama que él había atado a un árbol seco, y que el viento hacía chocar contra el tronco. Al cabo de mucho rato de estar allí sentados, el cansancio les cerró los ojos, y se quedaron profundamente dormidos.
Despertaron, cuando ya era noche cerrada. Gretel se echó a llorar, diciendo:
- ¿Cómo saldremos del bosque?
Pero Hänsel la consoló:
- Espera un poquitín a que brille la luna, que ya encontraremos el camino.
Y cuando la luna estuvo alta en el cielo, el niño, cogiendo de la mano a su hermanita, guiose por las guijas, que, brillando como plata batida, le indicaron la ruta. Anduvieron toda la noche, y llegaron a la casa al despuntar el alba. Llamaron a la puerta y les abrió la madrastra, que, al verlos, exclamó:
- ¡Diablo de niños! ¿Qué es eso de quedarse tantas horas en el bosque? ¡Creíamos que no queríais volver!
El padre, en cambio, se alegró de que hubieran vuelto, pues le remordía la conciencia por haberlos abandonado. Algún tiempo después hubo otra época de miseria en el país, y los niños oyeron una noche cómo la madrastra, estando en la cama, decía a su marido:
- Otra vez se ha terminado todo; sólo nos queda media hogaza de pan, y sanseacabó. Tenemos que deshacernos de los niños. Los llevaremos más adentro del bosque para que no puedan encontrar el camino; de otro modo, no hay salvación para nosotros.
Al padre le dolía mucho abandonar a los niños, y pensaba: «Mejor harías partiendo con tus hijos el último bocado». Pero la mujer no quiso escuchar sus razones, y lo llenó de reproches e improperios. Quien cede la primera vez, también ha de ceder la segunda; y, así, el hombre no tuvo valor para negarse. Pero los niños estaban aún despiertos y oyeron la conversación. Cuando los viejos se hubieron dormido, levantóse Hänsel con intención de salir a proveerse de guijarros, como la vez anterior; pero no pudo hacerlo, pues la mujer había cerrado la puerta. Dijo, no obstante, a su hermanita, para consolarla:
- No llores, Gretel, y duerme tranquila, que Dios Nuestro Señor nos ayudará.
A la madrugada siguiente se presentó la mujer a sacarlos de la cama y les dio su pedacito de pan, más pequeño aún que la vez anterior. Camino del bosque, Hänsel iba desmigajando el pan en el bolsillo y, deteniéndose de trecho en trecho, dejaba caer miguitas en el suelo.
- Hänsel, ¿por qué te paras a mirar atrás? -preguntóle el padre-. ¡Vamos, no te entretengas!
- Estoy mirando mi palomita, que desde el tejado me dice adiós.
- ¡Bobo! -intervino la mujer-, no es tu palomita, sino el sol de la mañana, que brilla en la chimenea.
Pero Hänsel fue sembrando de migas todo el camino. La madrastra condujo a los niños aún más adentro del bosque, a un lugar en el que nunca había estado. Encendieron una gran hoguera, y la mujer les dijo:
- Quedaos aquí, pequeños, y si os cansáis, echad una siestecita. Nosotros vamos por leña; al atardecer, cuando hayamos terminado, volveremos a recogemos.
A mediodía, Gretel partió su pan con Hänsel, ya que él había esparcido el suyo por el camino. Luego se quedaron dormidos, sin que nadie se presentara a buscar a los pobrecillos; se despertaron cuando era ya de noche oscura. Hänsel consoló a Gretel diciéndole:
- Espera un poco, hermanita, a que salga la luna; entonces veremos las migas de pan que yo he esparcido, y que nos mostrarán el camino de vuelta.
Cuando salió la luna, se dispusieron a regresar; pero no encontraron ni una sola miga; se las habían comido los mil pajarillos que volaban por el bosque. Dijo Hänsel a Gretel:
- Ya daremos con el camino -pero no lo encontraron.
Anduvieron toda la noche y todo el día siguiente, desde la madrugada hasta el atardecer, sin lograr salir del bosque; sufrían además de hambre, pues no habían comido más que unos pocos frutos silvestres, recogidos del suelo. Y como se sentían tan cansados que las piernas se negaban ya a sostenerlos, echáronse al pie de un árbol y se quedaron dormidos.
Y amaneció el día tercero desde que salieron de casa. Reanudaron la marcha, pero cada vez se extraviaban más en el bosque. Si alguien no acudía pronto en su ayuda, estaban condenados a morir de hambre.
Pero he aquí que hacia mediodía vieron un hermoso pajarillo, blanco como la nieve, posado en la rama de un árbol; y cantaba tan dulcemente, que se detuvieron a escucharlo. Cuando hubo terminado, abrió sus alas y emprendió el vuelo, y ellos lo siguieron, hasta llegar a una casita, en cuyo tejado se posó; y al acercarse vieron que la casita estaba hecha de pan y cubierta de bizcocho, y las ventanas eran de puro azúcar.
- ¡Mira qué bien! -exclamó Hänsel-, aquí podremos sacar el vientre de mal año. Yo comeré un pedacito del tejado; tú, Gretel, puedes probar la ventana, verás cuán dulce es.
Se encaramó el niño al tejado y rompió un trocito para probar a qué sabía, mientras su hermanita mordisqueaba en los cristales. Entonces oyeron una voz suave que procedía del interior: «¿Será acaso la ratita la que roe mi casita?» Pero los niños respondieron: «Es el viento, es el viento que sopla violento». Y siguieron comiendo sin desconcertarse. Hänsel, que encontraba el tejado sabrosísimo, desgajó un buen pedazo, y Gretel sacó todo un cristal redondo y se sentó en el suelo, comiendo a dos carrillos.
Abrióse entonces la puerta bruscamente, y salió una mujer viejísima, que se apoyaba en una muleta. Los niños se asustaron de tal modo, que soltaron lo que tenían en las manos; pero la vieja, meneando la cabeza, les dijo:
- Hola, pequeñines, ¿quién os ha traído? Entrad y quedaos conmigo, no os haré ningún daño.
Y, cogiéndolos de la mano, los introdujo en la casita, donde había servida una apetitosa comida: leche con bollos azucarados, manzanas y nueces. Después los llevó a dos camitas con ropas blancas, y Hänsel y Gretel se acostaron en ellas, creyéndose en el cielo. La vieja aparentaba ser muy buena y amable, pero, en realidad, era una bruja malvada que acechaba a los niños para cazarlos, y había construido la casita de pan con el único objeto de atraerlos. Cuando uno caía en su poder, lo mataba, lo guisaba y se lo comía; esto era para ella un gran banquete. Las brujas tienen los ojos rojizos y son muy cortas de vista; pero, en cambio, su olfato es muy fino, como el de los animales, por lo que desde muy lejos ventean la presencia de las personas. Cuando sintió que se acercaban Hänsel y Gretel, dijo para sus adentros, con una risotada maligna: «¡Míos son; éstos no se me escapan!».
Levantóse muy de mañana, antes de que los niños se despertasen, y, al verlos descansar tan plácidamente, con aquellas mejillitas tan sonrosadas y coloreadas, murmuró entre dientes: «¡Serán un buen bocado!». Y, agarrando a Hänsel con su mano seca, llevólo a un pequeño establo y lo encerró detrás de una reja. Gritó y protestó el niño con todas sus fuerzas, pero todo fue inútil. Dirigióse entonces a la cama de Gretel y despertó a la pequeña, sacudiéndola rudamente y gritándole:
- Levántate, holgazana, ve a buscar agua y guisa algo bueno para tu hermano; lo tengo en el establo y quiero que engorde. Cuando esté bien cebado, me lo comeré.
Gretel se echó a llorar amargamente, pero en vano; hubo de cumplir los mandatos de la bruja. Desde entonces a Hänsel le sirvieron comidas exquisitas, mientras Gretel no recibía sino cáscaras de cangrejo. Todas las mañanas bajaba la vieja al establo y decía:
- Hänsel, saca el dedo, que quiero saber si estás gordo.
Pero Hänsel, en vez del dedo, sacaba un huesecito, y la vieja, que tenía la vista muy mala, pensaba que era realmente el dedo del niño, y todo era extrañarse de que no engordara. Cuando, al cabo de cuatro semanas, vio que Hänsel continuaba tan flaco, perdió la paciencia y no quiso aguardar más tiempo:
- Anda, Gretel -dijo a la niña-, a buscar agua, ¡ligera! Esté gordo o flaco tu hermano, mañana me lo comeré.
¡Qué desconsuelo el de la hermanita, cuando venía con el agua, y cómo le corrían las lágrimas por las mejillas! «¡Dios mío, ayúdanos! -rogaba-. ¡Ojalá nos hubiesen devorado las fieras del bosque; por lo menos habríamos muerto juntos!».
- ¡Basta de lloriqueos! -gritó la vieja-; de nada han de servirte.
Por la madrugada, Gretel hubo de salir a llenar de agua el caldero y encender fuego.
- Primero coceremos pan -dijo la bruja-. Ya he calentado el horno y preparado la masa -.
Y de un empujón llevó a la pobre niña hasta el horno, de cuya boca salían grandes llamas.
- Entra a ver si está bastante caliente para meter el pan -mandó la vieja.
Su intención era cerrar la puerta del horno cuando la niña estuviese en su interior, asarla y comérsela también. Pero Gretel le adivinó el pensamiento y dijo:
- No sé cómo hay que hacerlo; ¿cómo lo haré para entrar?
- ¡Habráse visto criatura más tonta! -replicó la bruja-. Bastante grande es la abertura; yo misma podría pasar por ella -y, para demostrárselo, se adelantó y metió la cabeza en la boca del horno.
Entonces Gretel, de un empujón, la precipitó en el interior y, cerrando la puerta de hierro, corrió el cerrojo. ¡Allí era de oír la de chillidos que daba la bruja! ¡Qué gritos más pavorosos! Pero la niña echó a correr, y la malvada hechicera hubo de morir quemada miserablemente. Corrió Gretel al establo donde estaba encerrado Hänsel y le abrió la puerta, exclamando: ¡Hänsel, estamos salvados; ya está muerta la bruja! Saltó el niño afuera, como un pájaro al que se le abre la jaula. ¡Qué alegría sintieron los dos, y cómo se arrojaron al cuello uno del otro, y qué de abrazos y besos!
Y como ya nada tenían que temer, recorrieron la casa de la bruja, y en todos los rincones encontraron cajas llenas de perlas y piedras preciosas.
- ¡Más valen éstas que los guijarros! -exclamó Hänsel, llenándose de ellas los bolsillos.
Y dijo Gretel:
- También yo quiero llevar algo a casa -y, a su vez, se llenó el delantal de pedrería.
- Vámonos ahora -dijo el niño-; debemos salir de este bosque embrujado -.
A unas dos horas de andar llegaron a un gran río.
- No podremos pasarlo -observó Hänsel-, no veo ni puente ni pasarela.
- Ni tampoco hay barquita alguna -añadió Gretel-; pero allí nada un pato blanco, y si se lo pido nos ayudará a pasar el río -.
Y gritó: «Patito, buen patito mío Hänsel y Gretel han llegado al río. No hay ningún puente por donde pasar; ¿sobre tu blanca espalda nos quieres llevar?». Acercóse el patito, y el niño se subió en él, invitando a su hermana a hacer lo mismo.
- No -replicó Gretel-, sería muy pesado para el patito; vale más que nos lleve uno tras otro.
Así lo hizo el buen pato, y cuando ya estuvieron en la orilla opuesta y hubieron caminado otro trecho, el bosque les fue siendo cada vez más familiar, hasta que, al fin, descubrieron a lo lejos la casa de su padre. Echaron entonces a correr, entraron como una tromba y se colgaron del cuello de su padre. El pobre hombre no había tenido una sola hora de reposo desde el día en que abandonara a sus hijos en el bosque; y en cuanto a la madrastra, había muerto. Volcó Gretel su delantal, y todas las perlas y piedras preciosas saltaron por el suelo, mientras Hänsel vaciaba también a puñados sus bolsillos. Se acabaron las penas, y en adelante vivieron los tres felices. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

CARACTERISTICAS:
1. Se  trata  de  un texto  narrativo  por  que  nos  presenta  una  secuencia  de  sucesos.
2. su  punto  de  partida  se  da  cuando  los  hermanos  Hansel  y  Gretel  escuchan  que  su  madrasta  le  dice  a   su  padre  que   los  abandonen  en  el  bosque,
3. la  trama  se  da  cuando  los  niños  se  pierden  en  el   bosque.
4.el  final  cuando  ellos  despues  de   mucho   caminar,  pueden  encontrar  la   casa   de   su   padre.
5.El   narrador  es  externo  al  cuento,  habla  en  tercera  persona.
6.La  historia  se  desarrolla  en  el  bosque.





TEXTO  INFORMATIVO.

El ícono de la moda Karl Lagerfeld será editor global de Publimetro

El diseñador más influyente de la moda se convertirá en la cabeza de Publimetro por un día. En febrero, El Káiser será el nuevo Editor en Jefe Global de nuestro periódico

Karl Lagerfeld, el legendario ícono de la moda, que nunca ha dicho no a una colaboración interesante, se convertirá en el Editor en Jefe Global de Publimetro Internacional.
“Nunca he hecho esto antes y el reto de Publimetro es algo que puedo imaginar. Publimetro está mu­cho en el ánimo de hoy”, dijo Lagerfeld.
Lagerfeld será invitado a editar todas las ediciones de Publimetro en el mundo. Como parte del proyecto, hará una serie de bocetos de colección, ilustraciones y columnas, así como selección de historias para el periódico y darnos sus notorios y provocadores comentarios de las noticias del día.
La edición incluirá también una serie de apariciones especiales de celebridades y personalidades de la moda del mundo de Karl. La colaboración es sólo uno de varios movimientos que el director creativo de Chanel y Fendi ha hecho últimamente hacia la democratización de la moda. La edición con el editor invitado llegará unas semanas después de que Lagerfeld lance una nueva línea de bajo costo llamada Karl.
Por si no lo sabía...
Cuatro datos increíbles de la vida de Karl Lagerfeld.
1.- Su verdadero apellido es Lagerfeldt. Él le quitó la te porque así le sonaba más comercial.
2.- Dejó su natal Hamburgo a los 14 años de edad. Ya estaba decidido a dedicarse a la moda y emigró a París.
3.- Fotografió al vocalista de Tokio Hotel, Bill Kaulitz, para la edición alemana de la revista Vogue.
4.- Al contrario de otros grandes diseñadores, como el fallecido Gianni Versace, Karl nunca se ha interesado en la moda para niños.

CARACTERISTICAS:
1-Se  trata  de  un  texto  informativo,  por  que  nos  informa  de  un   suceso  que  va  a  suceder  proximamente.
-responde  a  preguntas  como.
2.  ¿de  quien  se  habla?:  del  diseñador  de  moda  Karl  Lagerfeld
3.¿por que?:  por  que  va  a  ser  editor  por  un  dia  del  periòdico  mundial  Publimetro
4. ¿cuando?  en  Febrero
5.habla  de  un  hecho  real,  en  un  tiempo  rweal  y   con  un  personaje  real.
6. Adicional  a   esto  menciona  datos  del  personaje.







TEXTO  ARGUMENTATIVO:
La elegancia de la mujer está en su capacidad de elegir libremente sin sentirse manipulada por la moda 
Moda y Personalidad
Raquel Rodríguez de Bujalance
La moda también es cultura, y por ello supone una manifestación más del espíritu del hombre. Como reflejo del tiempo en que vivimos, se convierte día a día en un fiel testimonio de nuestra forma de ser y de pensar. En este sentido, uno de los mayores ejercicios intelectuales consiste en conocer a fondo la moda para adaptarla con facilidad a la personalidad. La elegancia y todo lo que le rodea   exige a la mujer que la busca un respeto a su propio estilo y  una capacidad para decir la última palabra en todo momento.
La grandeza de la moda reside exactamente en la libertad que plantea frente a la esclavitud de necesidades creadas de forma artificial. Así, frente a cualquier manipulación del estilo, el sentido común es el encargado de orientar el buen gusto. La oferta de los nuevos diseños es amplia hasta el último detalle, pero eso no significa que estas novedades sean válidas para todos, porque la  personalidad es aquella que acierta al adoptar a su propio estilo las tendencias existentes. Siempre hay que tener en cuenta a quién va dirigido un determinado modelo, ya que es la manera de conseguir el resultado esperado sin perder con ello nuestro carácter.
El estilo propio
Cuando las modas se convierten en “epidemias inducidas” que poco a poco se vacían de contenido, surge por contraste la idea de una moda que enaltece y destaca lo específico de cada persona. De esta manera,  la impronta personal que cada mujer expresa en su forma de vestir se transforma en la verdadera esencia de la moda. Por eso, la entrada en juego de una conciencia clara hace que el estilo cobre una gran importancia, como primera manifestación de dos mundo estrechamente relacionados; donde el interior se convierte en la inspiración de una imagen externa, acorde con el conjunto total .
El poder de expresar la personalidad a través de la moda es un derecho de la mujer; y la garantía para ello es el fomento de unos criterios propios que aseguren el objetivo que perseguimos. Cuando uno puede elegir donde quiere y lo que realmente quiere, la moda y su mundo entran a formar parte de lo más hondo de la persona.
No se trata tanto de llevar moda, sino de vivirla. Más allá de las apariencias creadas de forma artificial, el diseño es una forma de subrayar aspectos nuevos de una personalidad. Una de las alternativas que hoy en día plantea la moda no es tanto la de “ser rico” en muchas cosas como la de poseer la libertad para usarlas según nuestro estilo. Todo un reto para la imaginación.
Elegancia y personalidad
Una de las formas más útiles de sentirse segura en la manera de vestir es huir de las formas artificiosas que a veces propone algún sector de la moda. De nada sirve buscar ese sentimiento de firmeza con algo que no permite sentirse a gusto con uno mismo. ¿Qué es lo que hace que algunas modas permanezcan y otras no? Quizá su secreto sea precisamente la sencillez de sus mensajes y la oportunidad que da  a la mujer de incorporarlo a su propia personalidad.
Por otra parte, es importante tener en cuenta quiénes son las voces que guían las corrientes que circulan dentro de la moda, y su grado de docilidad frente a intereses creados, que muchas veces se alejan de su fin esencial. Es en este punto es donde la mujer debe imponerse y aplicar su propia perspectiva. Ejemplos del mejor uso que se puede hacer de la moda no faltan; basta ver cómo la elegancia de algunas mujeres va unida a una destacada personalidad. Esta estrecha relación con la naturaleza de la mujer pone de manifiesto el carácter artístico de la moda, como uno de los fenómenos más influyentes y fructíferos de nuestra sociedad.

CARACTERISTICAS:
Se  trata  de  un  texto  argumentativo,  por  que:
1.   su  autora  expone  sus  puntos  de vista  a  cerca  de  la  moda,  plantea    que  esta,  debe  dejar  a  un  lado  lado  lo   artificial  y  adaptarse  al  estilo  de  cada  uno,  dice  que  la  moda  es  el  reflejo  de  nuestra   personalidad.
2.  cita  premisas  como :
-La grandeza de la moda reside exactamente en la libertad que plantea frente a la esclavitud de necesidades creadas de forma artificial
-El diseño es una forma de subrayar aspectos nuevos de una personalidad.
Siempre hay que tener en cuenta a quién va dirigido un determinado modelo, ya que es la manera de conseguir el resultado esperado sin perder con ello nuestro carácter.
3. EXPONE COMO   INFERENCIAS:
La  moda  tambien  es  cultura, y  por  eso  supone  una  manifestacion mas  del  espìritu  del  hombre.
como   reflejo  del  tiempo en  que  vivimos,  se  convierte  dia  a  dia  en  un  fiel  testimonio  de  nuestra  forma  de  ser y  de  pensar.
4. Concluye  dando  como  ejemplo  de  buen  uso  de  la  moda;  la  elegancia  de  aquellas  mujeres con  destacada  personalidad.
5.  Va  dando  distintos  argumentos  que  refuerzan  el  argumento  central   del  texto.

LADY  DIANA  SOLER  FERNANDEZ
GRUPO.  12 

 

2 comentarios:

  1. cada texto tiene una gran importancia y lady da unas buenas caracteristicas de cada una de ellas para esto es importante haber leido con mucha atencion y al parecer ella lo hizo es una buena vlasificacion de textos.

    Ginna Paola Jimenez Arevalo #12

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  2. Da como ejemplo textos extensos donde podemos precisar mas las características de cada uno , y así conocer de mejor manera los distintos textos , narrativo , descriptivo y argumentativo .

    LAURA MELISSA SANCHEZ DAZA
    GRUPO Nº12

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